Alguien recordará una extraña sensación que se podía tener en los años 90 cuando, en el recorrido de la visita de los grandes monumentos falleros de Valencia se pasaba por la comisión de Quart – Palomar, detrás de las Torres de Quart. De repente, una enorme figura, majestuosa y blanca, aparecía invadiendo la plaza y llamaba nuestra atención. Las creaciones de Alfredo Ruiz no se consideraban arte abstracto, pero tampoco fallas al uso. Surgió así la categoría de ‘fallas experimentales’, que, sin ánimo de sustituir al monumento satírico y popular, ofrecía una alternativa a la tradición. Y es que la alternativa siempre ha sido interesante.
Ahora, cuando pasamos durante la semana fallera por la comisión Mossén Sorell – Corona, junto a la Beneficencia, ya esperamos ver otra cosa. A algunos les pilla de paso, quizá de camino hacia Na Jordana, o para tomar algo por el Carmen, pero otros acuden con la intención de tener una experiencia artística diferente; y es que desde hace bastantes años esta comisión ha apostado por integrar el trabajo de talleres de artistas falleros con el de diseñadores o artistas reconocidos en el panorama contemporáneo, y no exclusivamente fallero.
Parece que la idea ha calado, hasta el punto de que la falla del Ayuntamiento de este año cuenta con el diseño de Okuda San Miguel, un reconocido artista español a nivel internacional que se ha aliado con el taller de Latorre y Sanz para crear su más grande escultura. Quizá el resultado nos guste más o menos, pero hay que reconocer lo innovador de la propuesta.
Detrás de algunos monumentos también hay arquitectos. La comisión Castielfabib – M. Sant Joan, en Campanar, inició en 2011 con Miguel Arraiz una serie de monumentos basados en interesantes estructuras espaciales (algunas sólo de cartón) a las que normalmente se puede acceder. Otros equipos como Mixuro o los autores del monumento de este año, Nituniyo y Memosesmás, han continuado haciendo de esta falla un referente ‘experimental’.
Existen otras comisiones que apuestan por la innovación, como la de Ripalda-Beneficencia- San Ramón, con diseño de Givoanni Nardin, Borrull – Socorrs o Lepanto – Guillem de Castro. También el nuevo Centre del Carme se imbuye en el mundo de las fallas con una exposición del artista Okuda, y con dos monumentos que plantará en cada uno de sus claustros, aunque sin cremà: un homenaje del artista Daniel Andújar a la Junta Delegada del Tesoro Artístico durante la Guerra Civil, que titula ‘Caballo de Troya’, y una falla participativa del estudio de arquitectos Milimbo que titulan ‘Principis de Tardor’.